Sobre el miedo
Es fácil decir que para desarrollarnos tenemos que controlar nuestros miedos pero es mucho más complicado hacerlo. Racionalmente le tememos a aquello que no conocemos. Por eso aunque conozcamos muy bien nuestro negocio es natural desconfiar de nuevas prácticas, tecnologías, procesos e incluso gente. Otro factor es el miedo al fracaso o a equivocarnos (lo cual también es natural). El miedo al fracaso lo solemos basar en experiencias anteriores y actuamos naturalmente para no repetir nuestros errores. Sin embargo hay que entender que los errores son fruto de pequeñas fallas en los procesos completo. Por otro lado también hay que entender que los tiempos, clientes y mercado cambian constantemente. Sería un error no hacerlo también como negocio.
El cambio y el fracaso son inevitables, tanto como envejecer. Lo importante es entender cómo podemos cambiar y cómo podemos aprender y analizar cada uno de nuestros fracasos.
La respuesta es sencilla: hazlo fácil. Si buscamos la forma más sencilla y práctica de adaptarnos a las nuevas necesidades/tecnologías/personas probablemente reduzcamos la resistencia al cambio.
Por otro lado: hazlo auténtico. No trates de copiar la solución exacta de otros, si logramos que nuestro negocio cambie de la misma forma que nosotros cambiamos a través de nuestra vida, entonces el cambio será natural y efectivo.
Por eso resuenan en mí las palabras del ex presidente Norteamericano Franklin Delano Roosevelt: “no hay nada a que temerle más que al miedo mismo”.